Por último, ayer que viajaba en el metro me encontré con muchos anuncios de Enrique Peña Nieto alterados por gente anónima. Es un hecho que la televisión es una herramienta que los ricos utilizan para enajenar y hacer personas faltas de crítica y razón. Todo lo contrario son las calles: lienzos democratizados a todo tipo de pensamiento con los que, a través de ellos, se puede generar consciencia social y política.
¡VIVA LA CALLE!